Todos los que trabajamos dentro del mundo del retail siempre escuchamos que “la vidriera es el vendedor silencioso”. Y sí, rotundamente podemos afirmar que esto es verdad. La vidriera es el vendedor que trabaja las 24 horas del día.
Esto es porque cuando la tienda esta cerrada la vidriera queda expuesta, así cuando la gente pasa delante de ella pueda seguir viendo lo que vende el establecimiento. Debido a esto es que se recomienda que sí la vidriera está en una calle transitada, quede iluminada por la noche, para poder captar futuros compradores.
Además, es el primer contacto que el cliente tiene con la marca, y en gran parte, en este contacto es donde decide ingresar o no a la tienda. Por lo que es muy relevante que siempre se encuentre en óptimas condiciones y mostrando los artículos que deseamos destacar.
También, se debe tener en cuenta cómo agrupar estos artículos, la iluminación, uso de accesorios y en la mayoría de los casos, el tema que la vidriera va a contar.
No hay duda que las vidrieras ayudan a incrementar las ventas, si son atractivas e innovadoras.
Por eso una vidriera bien resuelta además de captar la atención de los transeúntes, también refuerza la imagen de marca y actúa como una herramienta publicitaria.
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